Proverbios 18:24 “Algunas amistades se rompen fácilmente,pero hay amigos más fieles que un hermano.”

Se ha dicho que las crisis siempre dejan algo bueno. Que a pesar de que suceden  muchas cosas tristes,  duras y difíciles de soportar , también traen cosas buenas; nos volvemos  más conscientes de la realidad y debilidad humana, aprendemos que el dinero y el trabajo no lo es todo, que la familia es importante, que debemos en el futuro ser más precavidos con la forma como administramos nuestro dinero y tener un ahorro para casos de emergencia, que debemos disfrutar las cosas simples que nos brinda la vida, una caminata en la playa, un café con un amigo, una reunión de sábado con hermanos de la iglesia  y agradecer cada dia que Dios nos regala.

También se dice que en la crisis los humanos sacamos toda nuestra fuerza, nuestra creatividad, nuestro ingenio para superar las cosas, nuestro buen humor, y nuestra resiliencia.  Pero algo para lo cual también nos sirven las crisis es para conocer a las personas con las cuales nos relacionamos, aquellos que están en nuestro círculo de amigos, y que directa o indirectamente ejercen  en nosotros y nosotros en ellos determinada influencia. Cuando las cosas van bien muchos son buenos amigos y están cerca, pero cuando la situación aprieta, algunos desaparecen.   No se trata de estar cerca  solamente para ayudar con  cosas materiales, se trata tambien de estar cerca para orar, para dar una palabra de ánimo, un saludo, un Dios te bendiga.

Por qué es tan importante conocer las personas que nos rodean? porque no queremos estar engañados, porque queremos confiar más en los amigos, porque queremos seguir cultivando las buenas amistades, porque no es saludable invertir nuestro tiempo en  personas que no valoran nuestra amistad sino que se aprovechan de ella; aquellos que solamente se acercan a nosotros cuando necesitan que les resolvamos algo y una vez lo consiguen se pierden, aquellos que cuando más tú esperas verlos y sentirlos cerca es cuando más se alejan. El círculo de personas con las cuales nos rodeamos es más importante de lo que nosotros creemos, son los que en momentos de necesidad estarán con nosotros y nosotros con ellos, para apoyarnos, levantarnos, animarnos, orar, bendecirnos y es importante que sean personas genuinas, sinceras, honestas y que su amor por nosotros sea verdadero.

Debo decir que como pastores es nuestro deber pastorear a todo el que llega a nuestra iglesia (y se deja pastorear) a través de la enseñanza de la Palabra de Dios, de la consejería y de la amistad;pero este tiempo de crisis también nos ha servido para conocer  a nuestras ovejas y saber con quién contamos, no para que den ofrendas como algunos creen es el único interés de los pastores, más si para dar un saludo, responder un mensaje, compartir una oración y unirse a las actividades en línea de nuestra iglesia. No significa que al descubrir a algunos, no tan sinceros, los vamos a odiar ni a rechazar, pero sí nos hace tener claridad de quiénes tienen compromiso real con la obra de Dios y quiénes son solo espectadores que no están dispuestos a pelear con nosotros la buena batalla.

Con respecto a cada uno de nosotros, seamos buenos amigos que los demás puedan contar con nosotros en las buenas y en las malas, que saquemos de nosotros el egoísmo, el interés y la hipocresía, que estemos en contacto con nuestros familiares y hermanos, a través de un saludo, una llamada o un mensaje; que pensemos en todos sin hacer acepción de personas,  porque esto es lo que espera Dios de cada uno de nosotros. Prov 17:17 “En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia”. Dios te bendiga.