Nahum 1:7 “Jehová es bueno, fortaleza en el dia de la angustia; y conoce a los que en Él confían” 

Esta profecía de Nahum se refiere a Nínive, la ciudad próspera, de grandes edificios,  suntuosos palacios y gente valiente; la misma que más de 100 años atrás tuvo una oportunidad de arrepentimiento que le  fué anunciada  a través del profeta Jonás. El relato nos dice que Jonás no estaba de acuerdo con la decisión de Dios de perdonar a Nínive pero Dios es amor, es bondad y en su misericordia siempre da oportunidades para el arrepentimiento, Nínive merecía el castigo y en aquella ocasión  atendió a la voz del profeta,  ayunó, clamó a Dios y se salvó de ser destruída.

Ahora por segunda vez  se enfrenta al juicio de Dios y el profeta Nahum les aclara que “Dios es tardo para la ira”, es decir Dios no procede a la ligera, les ha dado tiempo suficiente, pero ellos han persistido en sus maldades, “ciudad sanguinaria, llena de mentira y de rapiña” les llama el Señor.

Actualmente estamos viviendo en un período de gracia, Dios está esperando que todo hombre, en todo lugar proceda al arrepentimiento. Algunos  tienen un concepto equivocado de Dios porque al ver sus juicios y poder manifestados  a través del  mar, los vientos, los movimientos de la tierra, se preguntan por qué Dios permite todo esto, pero la Biblia nos presenta  a Dios como un Dios bueno, Ezequiel 18:32 “Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis”.  Un Dios bueno que guarda a los que confían en Él.

El hombre necesita volver su corazón a Dios, aprovechar la salvación por gracia, Efesios 2:4-9. Cristo nos salvó mostrando su bondad para con nosotros que no merecíamos nada. Pero el período de gracia tiene un límite y es necesario que no abusemos de la misericordia de Dios.

Nínive fue destruida, la palabra del profeta se cumplió. Al mundo de hoy se  le está anunciando que los juicios de Dios están para ser desatados, ya no para una ciudad en particular, pero sí para toda la humanidad. Nosotros podemos escapar de ellos si confiamos en el Señor, aceptando la salvación a través de Jesucristo y viviendo una vida correcta ante Dios. ” Mas el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.