Salmos 57:1 “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma,y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos”.
Un clamor de David que refleja su angustia y desesperación en medio de una situación peligrosa pero que revela a la vez su confianza en Dios, la cual es determinante para experimentar tranquilidad cuando atravesamos por situaciones difíciles. Lo opuesto de la confianza es incertidumbre o duda. Cuando confiamos tenemos tranquilidad, cuando desconfiamos tenemos inseguridad y angustia.
La confianza se define como la seguridad o esperanza en algo o alguien. Para que uno confíe en una persona necesita conocerla, y haber tenido con ella tratos o negocios y que no le haya fallado. Así mismo nos sucede con Dios,para aprender a confiar en Él tenemos que conocerlo; a Dios le conocemos leyendo su Palabra y descubriendo en ella sus hechos asombrosos , sus milagros de sanidad, restauración, liberación y salvación de su pueblo; encontramos historias como la de Daniel salvado por Dios de morir en el foso de los leones, o la de la viuda de sarepta, aquella mujer que tenía la última torta para ella y su hijo y después de comerla se sentaría a esperar la muerte, pero Dios de una manera milagrosa envió al profeta Elías a que le dijera que ella no moriría de hambre y que tendría alimento mientras durara la sequía. Y tal como lo dijo el profeta se cumplió. Estas historias nos hablan de un Dios poderoso, capaz de hacer grandes cosas para bendecir a los que en Él confían.
Cual es tu necesidad? La necesidad de cada persona es distinta: sanidad, provisión,liberació, restauración del matrimonio, salvación de un familiar etc, pero Dios es el mismo y tiene poder para resolver cada situación.
Jeremías 17:7 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová, Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes.En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto».
Tener nuestra confianza en Dios no significa que no vendrán tiempos malos, vendrán, pero estaremos tranquilos y sin angustia porque estamos plantados junto a las aguas de Dios, eso significa depender de Dios y de sus promesas sin importar lo que pase alrededor. Ese árbol siempre tendrá hojas verdes aún en la sequía y seguirá dando fruto, eso significa que el que confía en el Señor mantendrá su posición de hijo, su comunión con Dios, su gozo, y su testimonio porque en medio de la prueba y el azote del calor no se desanimará, sino que seguirá esperando con paciencia y calma en el Señor.
Tienes que saber que el mismo Dios que alimentó a la viuda de Sarepta, es el mismo Dios en el cual tú has confiado por lo tanto echa de ti la angustia y espera tranquilo en el Señor, el cual es poderoso para hacer todas las cosas según su voluntad. Llena tu mente más de la palabra de Dios y menos de las noticias y opiniones humanas porque los que confían en Dios no dependen de lo que diga el hombre y Dios te sorprenderá con tremendas cosas. Dios te bendiga.
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